- La comarca de la Mancha, en su centro geográfico, caracterizada por la escasez de precipitaciones, clima mediterráneo continental con condiciones extremas y suelos calizos. La flora de Albacete y la vegetación propia de estas condiciones son los encinares que abarcan la mayor parte del territorio albacetense aunque con el paso de los tiempos en su inmensa mayoría, estos encinares se han transformado en cultivos cerealistas, viñas y matorrales bajos como tomillares, espartizales, romerales y chaparrales ricos en plantas aromáticas.
- La flora de Albacete dentro de la provincia y en su cuadrante sudoccidental provincial, está ocupado por las sierras del Segura y Alcaraz se caracteriza por elevadas precipitaciones, suelos predominantemente calizos, una mayor altitud y una orografía accidentada donde tienen gran importancia la orientación de laderas y valles. En esta área, dentro de la flora de Albacete, encontramos excelentes representaciones de vegetación de montaña como matorrales de altura, frondosos pinares, robledales, avellanares, sabinares y acebedas así como endemismos singulares como la Coincya rupestris y la Grasilla, una planta carnívora que se asienta perfectamente sobre las húmedas y verticales paredes rocosas.
- Al suroeste de Albacete podemos encontrar una manifestación de flora de Albacete del bosque mediterráneo con alcornoques en la Sierra del Relumbrar.
- Del bosque mediterráneo levantino, también hallamos su representación en el territorio Albacete y su flora. En los vallejos y barrancos del levante provincial de Albacete, donde los brezos, pebrella o el fresno de flor aportan un matiz diferenciador de las tierras más continentales, ya que esta vegetación levantina se caracteriza por desarrollarse en climas menos rigurosos y con precipitaciones moderadas.
- Por último, como representación de la flora en Albacete, en parte de la comarca de Hellín (Albacete) aparece la vegetación murciano almeriense, propia de las provincias biogeográficas del mismo nombre y caracterizada por numerosos endemismos y especies singulares adaptadas a la baja altitud y aridez propia de esta área biogeográfica.
Además de estos tipos de flora originadas por el tipo de suelo y a los condicionantes climáticos, existe una rica flora asociada a las riberas de los ríos y a los humedales, que no depende de las precipitaciones sino de la humedad aportada por los cursos y láminas de agua. En las riberas de los ríos se desarrolla sobre suelos de aluvión, arenosos y bien aireados, la bella flora del bosque de ribera o de galería, manifestado en forma de alamedas, saucedas y fresnedas, etc., mientras que en los suelos mal aireados del margen de lagunas y humedales encontramos un cinturón de flora lacustre dominada por vegetales con rizomas especialmente adaptados a los condiciones peculiares de este ambiente comocarrizos, masiegas, espadañas o juncos.
Sierra del Segura
El pino el Toril (Molinicos)
Sierra del Relumbrar
La grasilla (planta carnívora)