El clima de Albacete es clima mediterráneo continental, es decir, clima templado pero con temperaturas extremas en invierno y en verano. Presenta una pluviometría escasa e irregular con grandes oscilaciones térmicas entre las diferentes estaciones del año (llegando a alcanzar una amplitud térmica media anual de 20 grados centígrados), y entre el día y la noche. Esto se debe a la escasa influencia moderadora del mar. Entre los meses de mayo y octubre se genera en el municipio un déficit de agua debido a que la evotranspiración supera a la precipitación. Por contra, entre noviembre y abril el agua se acumula en el suelo de forma escasa dependiendo de la capacidad de retención de los distintos suelos presentes en la zona. Los meses con más precipitaciones son abril y mayo, y los meses de temperaturas más altas son julio y agosto. Se detecta aridez en verano, a causa de las altas temperaturas y las escasas precipitaciones (tendencia climática dominante en la comarca de Hellín). En invierno, dependiendo de las temperaturas, las precipitaciones pueden caer en forma de nieve. Albacete es la capital de provincia española con la temperatura mínima más baja registrada hasta la fecha, que fue de -24 grados el 3 de enero de 1971.
En la Sierra de Alcaraz (superando los 1000 metros), predomina el clima de montaña, que se caracteriza por tener temperaturas más bajas (gradiente térmico) y mayores precipitaciones, que en épocas frías, suelen ser nevadas.